Vídeos que te sacan una sonrisa, historias que te alegran el día o sonidos que generan una paz interior jamás vivida. Estos son solamente algunos de los ejemplos de contenidos al alcance de cualquiera en Internet. Contenidos que alguien ha creado para satisfacción del resto, y que cada vez están más de moda.
Sí, el contenido positivo arrastra cada día a millones de personas de todo el mundo a través de likes, de comentarios, reacciones y filias. ¿Por qué ahora? La sociedad, en general, es consciente de estar viviendo en un mundo donde el conflicto parece acapararlo todo: las malas noticias políticas, económicas y medioambientales hacen sombra al resto de informaciones, sumiendo a las personas en una suerte de depresión constante.
Según un estudio de Kantar, un 70% de los encuestados afirman que intentan ser optimistas a pesar de la incertidumbre económica actual. Esto no exime a la mayoría de las personas a mantenerse pegada a la actualidad, por cruda que sea, pero a su vez es una oportunidad para los creadores de contenidos, que encuentran en el lado opuesto una ventana creativa. ¿Por qué? Porque los usuarios buscan contenido que compense y regule sus emociones para cuidar su salud.
Por lo general, aprovechamos nuestro tiempo libre para relajarnos y, aunque no sean relevantes, buscamos historias y contenidos agradables que nos ayuden a sentir bien. Cuando vemos contenido positivo, nuestro cuerpo libera dopamina, la sustancia neurotransmisora responsable de la motivación, la satisfacción y el placer, que además ayuda a las personas a controlar aspectos como la memoria, el sueño y la concentración.
Dicho de otra manera: vivir experiencias positivas nos relaja y nos ayuda a ser más felices.
¿Están aprovechando las marcas esta realidad? Antes apuntábamos al concepto ‘creador de contenidos’, y no podemos perder el foco en que éstos pueden ser anónimos… o no. A nivel empresarial nos encontramos con millones de vídeos, publicaciones en redes sociales, blogs y webs en Internet… todo son contenidos, producidos por las marcas para acercar sus mensajes al público objetivo.
Antes de Internet, los contenidos producidos por las marcas se limitaban a piezas publicitarias, en cualquier medio. Actualmente, la mayor parte de la publicidad tradicional mantiene este sentimiento positivo y optimista, pero muchos públicos no están en prensa, radio ni televisión.
Por eso, las marcas tienen que aprovechar este tipo de contenido, el ‘carga-pilas’, para llegar a las nuevas generaciones de consumidores. Según una encuesta de Ipsos, a la generación Z le encanta ver contenido relajante como vídeos ASMR, directos con animales o vídeos nostálgicos.
Si un contenido producido por una marca hace sentir bien al consumidor, su actitud hacia cualquier mensaje relacionado será mucho mejor y cercana. Llevado a la práctica, si la marca te hace sentir feliz, tendrás más predisposición a elegirla.
En las agencias de marketing trabajamos a diario con las marcas para encontrar tonos, voces y mensajes que hagan conectar sus propuestas con el público. Así, hemos dejado a un lado la práctica de meter miedo al usuario si no consume el producto, para ofrecer la cara más amable y cercana de la marca. Hemos dejado de usar el humor por el simple hecho de llamar la atención.
Ahora, las campañas de marketing que mejor funcionan son aquellas que transmiten ideas simples, inesperadas y emotivas, que se recuerdan porque conectan directamente con el interior de sus públicos. Puede que la tasa de recuerdo del producto o la propuesta comercial no sea tan alta, pero sí lo es el engagement con la historia y la marca. Desarrollamos narrativas que transmitan relax, que no sobresalten. Buscamos estéticas amables. En definitiva, identificamos los valores positivos de cada marca para crear historias de autenticidad.
Así, cada día contribuimos a hacer felices a los cientos, miles o millones de usuarios que consumen los contenidos de nuestros clientes, las empresas y marcas realmente auténticas.